Entradas Recientes
Lowell Brueckner

Ingrese su dirección de correo electrónico:


Entregado por FeedBurner

El gran día de la siega

Etiquetas:


26. En estudio expositivo de Isaías, capítulo 27

Para empezar a hablar del pueblo del Señor queremos sentirnos muy cerca del profeta. Aprendemos de la relación que Él tiene con aquellos que ha elegido para que sean una luz en el mundo entero. Éste es el mejor tiempo para verle, porque es cuando deja de esconderse para revelarse mejor a los Suyos. Es lo que consideraremos en este capítulo.

Es importante observar siempre a qué tiempo se está refiriendo, para poder aplicar correctamente la Escritura que estamos estudiando. El tiempo es especialmente evidente en este capítulo, en el que, desde el primer versículo, se menciona “aquel día”, y se repite en el versículo 2. Después, en el versículo 6, dice “días vendrán”, y en los  versículos 12 y 13 dice “en aquel día”.

Tenemos que mirar atrás para saber qué significa aquel día. Esta expresión se usó en un cántico al principio del capítulo 26, un cántico futuro, reservado para aquel día. Este capítulo es una continuación de los capítulos 24, 25 y 26. Describe un tiempo en el que Jerusalén estará en paz y una nación justa la habitará. Será un día de crecimiento para esa nación, sus fronteras abarcarán más territorio, y el Señor será glorificado en ella. Será un tiempo de resurrección nacional. Podemos concluir con certeza que este día tendrá lugar al fin de la época.

Un cántico para Jerusalén

Etiquetas:


 25. Un estudio expositivo  de Isaías, capítulo 26

Hemos ido contemplando el lenguaje poético del Señor. El Espíritu Santo, Autor de la Escritura, nos presenta la verdad de tal manera, que la hace penetrar profundamente y permanecer dentro de nosotros. El profeta, inspirado, nos habla de una canción, y lo que tenemos delante de nosotros, en este capítulo, es la verdad eterna en forma poética con una melodía y un ritmo. Aunque es un beneficio secundario,  también podemos desfrutar de la mejor literatura cuando estudiamos la palabra de Dios.

Acuérdate de que el documento original de Isaías, al igual que toda la Escritura, no estaba dividido en capítulos o versículos. Los hombres los añadieron para facilitar su lectura y, como resultado, hay pensamientos en este capítulo que pueden estar unidos con otros del capítulo anterior o del que sigue. Por ejemplo, al principio de capítulo 25, vemos las ciudades como una representación de las mejores obras de los hombres, por las que se sienten muy orgullosos. Vemos un ejemplo clásico, el de Nabucodonosor, jactándose de Babilonia sobre la azotea de su palacio real. El último versículo del capítulo 25 habló de los muros de Moab, símbolo de su orgullo y destreza prácticas.

La ciudad milenaria

Hay una canción que la tierra de Judá cantará en el futuro sobre su ciudad capital que será, de hecho, el capital del mundo durante el milenio. El término “aquel día”, a menudo refiere al día cuando el Señor reine durante mil años en la tierra. Lo que sigue, es la letra de aquella canción, y tiene que ver con una ciudad muy especial. Abraham, Isaac y Jacob no podían acomodarse en su heredad terrenal (Canaán) porque, como a Isaías, Dios dio a Abraham una visión de una ciudad mucho mejor. Enseñó a sus descendientes la superioridad del mundo venidero,hasta tal punto que vivieron en tiendas en su tierra prometida, como extranjeros y peregrinos (Heb.11:13). Nos dieron un ejemplo cómo debe ser la mentalidad del pueblo de Dios.

¿Quién planeó esto?

Etiquetas:







Nada tiene que resultar conforme a nuestros planes. Ionut Lerca, director del campamento, Teen Ranch, cerca de Lepsa, Rumania, por meses ha intentado formar un campamento por algunas familias que cada año se reunen. Siempre ha sido un tiempo de oración y comunión en la Palabra de Dios. Empezó con planes de reunir en julio, pero entonces vio que más estarían libres en agosto. Después parecía que al fin de cuentas, julio sería mejor.