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HE ENCONTRADO EL LIBRO por Daniel Brueckner, pastor de Swanton Christian Church, Swanton, VT

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¡He encontrado el libro!
por Daniel Brueckner

Toda la familia Daniel Brueckner


2 de Reyes 22

La casa del Señor estaba en mal estado y el rey Josías mandó reparar los daños. Mientras se llevaba a cabo la reparación, el sumo sacerdote, Hilcías, encontró el libro de la Ley, la palabra de Dios (la Biblia), entre los escombros. ¡Qué descubrimiento! ¡Qué tesoro! Fue más valioso que una mina de oro; en realidad era una verdadera mina. El Salmista dijo: “Me regocijo en tu palabra como el que halla muchos despojos.”

 Este Libro contiene los pensamientos de Dios. En sus páginas descubrimos el carácter de Dios, lo que le agrada y lo que le disgusta. Es lámpara a nuestros pies y luz a nuestro sendero... es nuestra guía para esta jornada llamada “la vida”. Todo lo que tenemos que saber se encuentra en este Libro.

Mira un momento a tu Biblia… ¿Sabes cuánta sangre ha sido derramada sólo para que puedas leerla en tu propio idioma? Es la carta del amor de Dios a nosotros. El Libro no tendrá mucho valor para ti, a menos que tú lo tomes como la Palabra de Dios, la verdad completa: “Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes” (1 Tes. 2:13).

Dios vela por Su Libro

El Dios que nos dio este Libro, también lo guarda y lo conserva. En los días de Josías las copias eran muy escasas. En verdad, Judá había vivido sin la palabra de Dios durante 80 años, pero entre las ruinas del templo Dios había guardado este tesoro. “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Mt. 24:35).

Dios dio a Moisés las órdenes para conservar el Libro, específicamente para los futuros reyes (Dt. 17:18-20): “Cuando se siente sobre el trono de su reino, entonces escribirá para sí en un libro una copia de esta ley, del original que está al cuidado de los sacerdotes levitas (19); y lo tendrá consigo, y leerá en el todos los días de su vida, para que aprenda a temer a Jehová su Dios, para guardar todas las palabras de esta ley y estos estatutos (20), para ponerlos por obra; para que no se eleve su corazón sobre sus hermanos, ni se aparte del mandamiento a diestra ni a siniestra; a fin de que prolongue sus días en su reino, él y sus hijos, en medio de Israel.”

 El padre de Josías, al igual que otros reyes antes de él, no habían guardado este mandamiento, y por eso la nación había dado la espalda a Dios. Sin embargo, Dios prendió un fuego que rodeaba la revelación de Su voluntad para conservarla.

¿Qué pasa cuando el Libro se pierde?

Imagina que pasaría si la Biblia se perdiese hoy. ¿Qué haría la iglesia? ¿Qué hizo Judá durante tantos años sin ella? Cuando el pueblo no la tiene, y aunque la tenga, si no la valora, pueden suceder muchos desastres. Las costumbres que se practicaban en los días de Josías era algo que debiera asustar a cualquiera. En la casa de Dios existían altares a otros dioses y utensilios para Baal y Asera.

Además de quemar incienso a Baal, también se lo ofrecieron al sol, a la luna, a los signos del zodiaco y a todo el ejército de los cielos. Había lugares de culto hechos para la prostitución homosexual. Existían caballos y carros dedicados al culto del sol a la entrada del templo. En el valle Ben Hinom, el pueblo sacrificaba por fuego a sus hijos e hijas para Moloc. Para que los chillidos de los niños no fueran escuchados, sonaban fuertemente los tambores. Eran días de mucha oscuridad.

También es asombroso ver cómo se practica el “cristianismo” hoy en día donde no hay respeto por la Palabra de Dios. Ahora hay ministros homosexuales en la iglesia. Miles de jóvenes están siendo sacrificados en conciertos “cristianos” de Rock, donde sus voces también son silenciadas por el ruido de los altavoces. Hablan de Jesús, pero no es el Jesús de la Biblia. Dios no ha cambiado y la Biblia todavía es la autoridad máxima en todos los asuntos de la vida. Nos esperan días muy peligrosos por delante, y las consecuencias serán espantosas para la iglesia o el individuo que ignore este Libro. Tiene que tomar el lugar más elevado en nuestras vidas.

Un hombre que buscó, encontró el Libro

Es importante notar que la Biblia fue hallada durante el reinado de Josías. “A los ocho años de su reinado, siendo aún muchacho, comenzó a buscar al Dios de David su padre…” (2 Cr. 34:3). Tenía 16 años cuando empezó a buscar a Dios. Tomó pasos en la dirección correcta y Dios le honró. Diez años después, el Libro fue hallado y tuvo un impacto tremendo sobre su vida.

Fue el sacerdote quien encontró el Libro. Éste se lo dio al escriba real y él se lo entregó al rey. Mientras éste leía sus palabras, rasgó sus vestidos. Entonces empezó a consultar al Dios del Libro. Descubrió lo que nuestra generación tiene que descubrir.. ¡que la ira de Dios se ha levantado contra nosotros, porque no hemos obedecido las palabras de este Libro! “Andad, consultad a Jehová por mí y por el remanente de Israel y de Judá acerca de las palabras del libro que se ha hallado; porque grande es la ira de Jehová que ha caído sobre nosotros, por cuanto nuestros padres no guardaron la palabra de Jehová, para hacer conforme a todo lo que está escrito en este libro” (2 R. 22:13).

Josías halló misericordia porque su corazón se conmovió y se humilló delante de Dios al leer sus palabras. ¿Qué reacción tienes tú a las palabras de este Libro?

El Libro es el reformador

Tuvo un efecto tan profundo sobre su vida que decidió que todos tenían que oír lo que Dios decía y mandaba a través del Libro. Josías reunió a todo el pueblo, desde el más chico hasta el más grande, en la casa de Dios, y se lo leyó (2 R. 23:1-3). Esto dio lugar a una reforma. Ellos limpiaron el templo y echaron toda la inmundicia que había entrado en él. La Biblia es la reformadora más grande. El Dios de este Libro reformó a Martín Lutero y él sacudió al mundo entero. Tenemos que tomar el ejemplo de Josías y asegurarnos de que el mensaje sea esparcido por todo el mundo.

Jesús habló de un hombre que desde el infierno rogó a Lázaro que resucitara, para que sus parientes al ver el milagro se pudieran arrepentir. No quería que vinieran donde él estaba. Abraham le dio esta respuesta: “A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos… Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos” (Lc. 16:29, 31).

¿Qué quiso decir con esto? ¿Qué significan Moisés y los profetas? Estaba hablando de las Escrituras… este Libro… la Biblia. Tenemos que oír y leer las palabras de este Libro, ponerlas en práctica, y descubriremos un tesoro sin igual.

El problema que existe entre muchos grupos cristianos no es que hagan falta Biblias, sino gente que las lea. El Libro no puede dar sus beneficios si no es leído. Lo que Dios nos ha escrito debemos recibirlo con una reverencia suprema. ¿Has descubierto tú este Libro para tu vida? Dios quiere que sepas bien su contenido.
Salmo 119:165: “Mucha paz tienen los que aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo.”

Creo que sería bueno dar lugar a algunas historias que Daniel cuenta junto con su mensaje. Él dice: Hace poco estuve en el 75 aniversario de la iglesia que fundó mi abuelo. Esa iglesia, desde sus principios, fue conocida por profundizar mucho en la Palabra de Dios y la oración. La más importante consideración para los miembros acerca de cualquier asunto era: “¿Qué nos dice la Biblia acerca de esta cosa?” Para dar un ejemplo, nuestro buen amigo y padre del actual pastor, Leon Jensen, que también había sido pastor durante muchos años, leía el Nuevo Testamento completo cada 12 días.

Durante el periodo del comunismo, una mujer búlgara se mudó a Canadá como músico profesional, trayendo con ella una hoja muy apreciada de la Escritura. La primera vez en su vida que ella visitó una librería cristiana, lágrimas cayeron de sus ojos. Vio Biblias completas de todos los colores, tamaños y estilos, y allí recibió su primer ejemplar completo de este Libro. Después de la revolución volvió a Bulgaria con 10.000 Biblias y dio a su hermano, que era pastor, su primera copia completa de las Escrituras.

Voltaire fue un famoso filósofo francés y un ateísta de renombre. Dijo: “Aunque 12 personas escribieron y edificaron el cristianismo en el principio, ¡solamente un hombre lo va a derribar con sus escritos!” Se sentó en una habitación, sumergió su pluma en la tinta de la incredulidad y empezó a escribir. Voltaire declaró que 100 años después de su muerte la Biblia sólo iba a existir en los museos como un libro muerto. Él murió en 1778. SIN EMBARGO… ¡la misma habitación donde hizo su declaración y escribió, fue usada para almacenar Biblias poco después de su muerte! ¡La casa de Voltaire fue un centro de distribución de Biblias para la Sociedad Bíblica de Ginebra! Veinticinco años después, la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera fue organizada, y utilizaron las mismas imprentas que habían sido usadas para las obras de Voltaire, para imprimir la Palabra de Dios.

Sí, desde que murió Voltaire, millones de ejemplares de la Biblia han sido impresos, y el número sigue incrementándose. Mientras, las obras de Voltaire hasta hoy aún no han logrado tener una edición completa en inglés.
























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